Publicado en Diario 16 8/5/2011

Las notas que leo en algunos diarios serios ya parecen escritas por un humorista. Sazonando un poco (pero apenas): “Humala volvió a contradecirse al explicar el contenido de su plan de gobierno, el cual amenaza las pensiones. Cabe recordar que en países estatistas retrógrados como Venezuela y Bolivia, los cuales Humala ahora dice no emular pero que antes defendía con entusiasmo, también se estatizan las pensiones”.

Es ya evidente para la mayoría de ciudadanos que buena parte de la prensa escrita está inclinando la cancha a favor de Fujimori, y la televisión va por el mismo camino. Según IMASEN, 48% de ciudadanos considera que Keiko tiene más apoyo de los medios (18% cree que Humala), y 47% opina que Humala es el más atacado (13% responde Keiko). No hay que ser simpatizante Nacionalista para criticar el papel de esta prensa. Basta con ser demócrata.

Bienvenidas las críticas a Humala, muchas de las cuales comparto, pero por lo menos midan con la misma vara. Mientras el plan Nacionalista se lee con lupa, al de Keiko, general y con enormes vacíos, apenas se le dedican unas líneas. Mientras se recuerda Madre Mía, no se cuestiona el récord fujimorista en derechos humanos. Y mientras se habla de los pagos venezolanos a Nadine Heredia, no se le pide a Keiko que muestre cómo pagó sus estudios. No explicaciones generales sobre la casa, la tía o la propina, sino evidencia, papeles, que muestren si se hizo con tarjeta de crédito, transferencia bancaria o efectivo. ¿Quién pagó la cuenta?

Esta conducta afecta la legitimidad de la elección. En el Perú los medios nacionales no hacen ganar elecciones. Pero al ser esta elección tan ajustada, y centrada en la clase media, esta prensa naranja puede resultar decisiva. La legitimidad de la democracia está en poder decirles al perdedor y sus votantes que tras una competencia justa la mayoría no los quiso, que esperen a la siguiente oportunidad. ¿Podremos decir lo mismo esta vez si pierde Humala?

Pero también afecta el prestigio y legitimidad de los medios para el futuro. Queda claro que la gran mayoría de quienes acompañan a Keiko no ofrecen garantías democráticas. Pero en vez de fiscalizar al fujimorismo, estos medios hoy le hacen barra. En vez de exigirle moderación, sus directores le dejan claro que si Keiko gana gozará de su apoyo mientras respete sus negocios. Y si gana Humala, ¿con qué legitimidad lo fiscalizarán?

PD. Mi solidaridad con Jaime De Althaus por la agresión en su contra.