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Ministros

Publicado: 2011-07-08

Publicado en Diario 16 3/7/2011

Hasta ahora los voceados como ministros del primer gabinete de Humala representan a sectores políticos bastante diversos. Podemos colocarlos en tres grupos: caras conocidas del Partido Nacionalista, aliados de izquierda y, más a la derecha, los recién llegados de Perú Posible. Se repite a diario que sea cual sea la composición final, el gabinete debería lograr un balance entre responsabilidad económica y cambio social. La clave, entonces, sería conseguir un balance ideológico.

Me preocupa que este debate deje de lado otra dimensión crucial. Casi todos los voceados tienen algo en común: son demasiado limeños, o para no ser injusto con una Lima plural y provinciana, demasiado “Lima-centro”. A pesar de sus diferencias, estoy seguro que PPK arrasó en los distritos donde vive la mayoría de los hoy ministeriables. Que sean de la izquierda-La Baguette o de la Derecha-Starbucks dice poco o nada fuera de Lima. Adolecen de vínculos, arraigo, en las regiones que le dieron el triunfo a Humala.

Faltan entre los voceados nombres que representen a aquellos sectores regionales que se sienten excluidos por el actual gobierno. Esta dimensión regional del gabinete es urgente. Este gobierno se juega mucho en las regiones. Alan García hizo lo posible por no ocuparse del quiebre social y político que existía en el país y que él prometió resolver el 2006. Alejandro Toledo también nos dejó mucha frivolidad. Humala no puede darse ese lujo. Debe solucionar demandas muy complejas, a veces contradictorias entre sí, en muchas regiones.

Para ello se necesitarán ministros que conozcan esa realidad local, y que no sean vistos como extranjeros al negociar. Capaces de dialogar con diversos sectores, y no quedar en off-side frente a líderes radicales con agendas maximalistas. No se trata, por supuesto, de poner nombres para cubrir una cuota regional: deben ser ante todo profesionales capaces.

Un gabinete que también recoja esta dimensión regional es un primer paso de reconocimiento a ese sector excluido del manejo del poder. Por el contrario, un gabinete Lima-centro enviaría un mensaje de continuidad que no será bien recibido en diversas zonas del país. Al armar su gabinete Humala debe ser muy consciente que lo que puede ser un “dream team” para la capital y sus líderes de opinión puede ser una cachetada para el interior.

PD- Mi solidaridad con Rosa María Palacios. ¿A quién en su sano juicio se le ocurre que la mejor defensa contra un hipotético Humala anti-medios es una pantalla sin periodistas con credibilidad?


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Hijos de un Dios menor

Un blog de Eduardo Dargent