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Humala Presidente (I)

Publicado: 2011-08-27

Publicado en Diario 16 14-8-2011

¿Muy pronto para evaluar al gobierno? Tal vez, pero hay tendencias que es mejor discutir ahora para observar cómo se desarrollan. Esta semana lo bueno, la próxima lo malo. Evaluación personal, claro, no pretendo que mis gustos sintonicen con los de la opinión pública.

En general, buen gabinete que confirmaría un gobierno cercano a la Hoja de Ruta. Hay un balance entre prudencia económica y reformismo. Ojalá no sean nombramientos cosméticos, una concesión momentánea a la derecha/empresarios o a los reformistas de izquierda, sino una apuesta de largo aliento. La combinación ortodoxos-reformistas ha dado buenos resultados en América Latina. Ojalá los tecnócratas obsesionados con lo macro descubran la urgencia de lo micro, y los reformistas, acostumbrados a criticar desde la tribuna, aprendan que gobernar es mucho más difícil que escribir columnas de opinión. El combo puede ser virtuoso, aunque, si predominan las tensiones, también un desastre.

Si bien no comparto varias propuestas de campaña de Gana Perú, me parece muy positivo que se busque cumplirlas. ¿Cómo así? Legitimidad. Después de Toledo y García, un sector importante de la población cree que las promesas en campaña no guardan relación con el gobierno. Ese quiebre deslegitima la democracia y da argumentos a quienes pregonan que las elecciones importan poco. Esta desconexión explica en parte el hartazgo hacia Lima y sus élites en varias zonas del país. Si sumamos un gobierno frívolo (Toledo) y los insultos hortelanos (García), tenemos más descontento.

Que ese malestar no se haya convertido en un desmadre en estos años tiene que ver, creo, con dos factores. Primero, contra lo dicho por los críticos del modelo, el crecimiento económico sí ha llegado a parte importante de la población que apuesta por la prudencia. Segundo, y tal vez más importante, el país está tan desarticulado políticamente que protestar es difícil para los disconformes: carecen de una agenda común que permita sostener una protesta de largo aliento. Los Palacín, Aduviri y Pizango son flores de un día, líderes de problemas locales sin agenda nacional.

Pero en algún momento esta situación podría cambiar, los disconformes aumentar o algún tema articular protestas más amplias. Un 32% de peruanos demanda cambios claros, y Humala ha mostrado en estos días que intentará cumplir con lo prometido. Responder a ese malestar legitima a la democracia y al Estado. Si se hace en forma prudente, ganamos todos.

La próxima semana lo malo. Mucho militar en puestos clave (¿se imaginan el escándalo si Keiko Fujimori era quien los nombraba?) y otros nombramientos impertinentes.


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Hijos de un Dios menor

Un blog de Eduardo Dargent