#ElPerúQueQueremos

Matos Mar

Publicado: 2011-08-27

Publicada en Diario 16 31-07-2011

En una entrevista publicada en la edición del miércoles último de este diario, José Matos Mar concluye que el triunfo de Humala significa que “el otro Perú ha vencido al Perú oficial”. El Perú emergente que protagoniza su influyente libro Desborde Popular y Crisis del Estado (1984) habría derrotado a las élites y a Lima tradicional. Es “el otro Perú, progresista, el que ha triunfado en estas elecciones y Lima ha desaparecido, no hay más Lourdes Flores ni PPC, APRA, los otros partidos de izquierda, socialistas, comunistas, todo eso ha desaparecido”, nos dice.

¿Es correcta la evaluación? Es cierto que, en términos generales, el Perú rural y buena parte de las regiones han votado por Ollanta Humala y contra Lima. En primera vuelta, Lima votó bastante más a la derecha que el resto del país. En segunda vuelta, Lima vota en comparsa con parte del norte y del centro, pero sin duda Humala tuvo bastante más llegada en el resto del territorio. El contraste es más claro si vemos la elección por provincias. Entonces, sí es cierto que las regiones le ganaron a Lima.

¿Pero es el Perú que desbordó al Estado en los sesenta-setenta el que ha votado por Humala? No lo creo. Los migrantes que protagonizan Desborde Popular y sus descendientes han votado distinto a la Lima tradicional, pero también distinto a sus parientes provincianos. En primera vuelta, Humala queda bastante por debajo de su promedio nacional en distritos limeños formados por esos migrantes. El voto de Kuczynski en primera vuelta, el favorito en la Lima tradicional, no es para nada bajo en la nueva Lima y en otras zonas del país, donde también se dieron, y se siguen dando, migraciones. El voto Fujimorista también fue bastante alto en esos distritos, diría que allí está su voto más duro.

En segunda vuelta a Humala le va mejor en estos distritos que en Lima-centro, pero, aún así, Fujimori le gana por bastante. En San Juan de Miraflores, Los Olivos y Villa el Salvador hay de siete a diez puntos de diferencia, aunque en San Juan de Lurigancho la diferencia es de apenas dos puntos.

Matos Mar tiene razón en que la Lima migrante (o sería mejor decir la post-migrante) no vota como la Lima tradicional. Lección para los entusiastas del capitalismo popular (sube-sube PPK). Pero tampoco lo hace como ese otro Perú que apoyó a Humala. La resaca del “desborde popular” tiene tanto de conservador como de reformista. Entender mejor este voto es un trabajo pendiente para las ciencias sociales.


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Hijos de un Dios menor

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